¿Qué os parece el bloc?

Vistas de página en total

11 de abril de 2014

Tercer fragmento de mi libro

Una vez en la calle apenas podía pensar , ya era totalmente de noche y hacía frío, todos los coches tenían las lunas heladas , me dirigí al parque, era lo mas parecido a mi santuario, sin embargo ya no parecía el mismo parque de hacía unas horas, ahora era amenazador y siniestro; los árboles se mecían bajo un ruidoso viento, sus ramas sin hojas con extrañas formas se asemejaban a garras que estaban al acecho, el cielo estaba encapotado, llovería pronto. También los bancos estaban helados y la hierba ya no tenía aquel rocío de la tarde sino escarcha y por si no fuera poco apenas era capaz de ver a un palmo de mi debido a una espesa niebla que lo inundaba todo, abría sido un magnífico escenario para una película de terror.
Me senté bajo un árbol cuyas ramas se extendían sobre mi cabeza formando una especie de tejado natural.
Al principio estaba tan enfadada, tan furiosa que quería pegar a alguien pero al cabo de un rato solo quedaban las lágrimas y la tristeza, odie con toda mi alma a tía Olga  y odie ese libro. Estaba llorando con la cabeza entre mis manos cuando escuché una familiar y dulce voz, una voz tan fina y delicada que parecía pequeñas campanas de plata mecidas por el viento de la noche. -No debes odiarla, ella te quiere. La idea no fue suya sino mia.
Al principio pensé que esa voz solo estaba en mi cabeza no obstante fue haciéndose cada vez mas intensa, se estaba acercando y fue entonces cuando la reconocí y pensé que me había vuelto loca. -Cielo no estas loca, mírame. -!No tu no estas aquí, no puedes ser real!, !solo estas en mi cabeza!. -Ely cariño mírame.-No, no, no. -Pensé que si aparecía ante ti serías la única que podría aceptar lo que sus ojos y su corazón ve.
Cuando levante la mirada no estaba segura de lo que encontraría ante mi, pero fue como una gloriosa visión, esa persona a la que pensé que nunca mas volvería a ver. Era ella, realmente era ella, pero era diferente a la última vez que la vi, era como una masa de energía brillante con tonos azules y plateados, su cuerpo era como una danzarina niebla blanquecina, sin embargo su hermoso y maternal rostro estaba perfectamente definido y sus ojos azules...los reconocería en cualquier parte. Me miraba con expresión feliz y triste al mismo tiempo, parecía querer decir tantas cosas que no sabía por cual empezar. -¡Mamá estas aquí, eres real!. -Me levante emocionada y cuando estaba apunto de abrazarla se desvaneció. -Ely cielo, estoy aquí pero no soy real, ya no poseo un cuerpo físico no puedes abrazarme. -Mi madre reapareció detrás mio, estaba llorando, una casi invisible lágrima plateada  descendió por su cara, extendió una mano hacia mi mejilla y la acarició pero no pude sentirla, no pude sentir su calor. -Lo ves mi ángel, soy como el aire, no puedes tocarme pero estoy contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario